ATASCOS
El verano concentra los mayores movimientos de vehículos en las carreteras de todo el año. Incluso aunque haya planificado el viaje y consultado el estado de las carreteras antes de salir, las retenciones pueden ser inevitables.
Si se ve inmerso en un atasco, mantenga en todo momento la distancia de seguridad adecuada con el vehículo de delante para evitar alcances en caso de frenadas bruscas. Vigile que la separación sea la correcta tanto en marcha como en las detenciones. Cuando se detenga, hágalo donde vea las ruedas del vehículo delante. Y observe continuamente los retrovisores para evitar alcances, especialmente en las aceleraciones. Y no se confíe en los momentos de circulación lenta ni cuando vea la vía despejada: la retención puede volver unos metros más adelante.
Asimismo, mantenga el habitáculo bien ventilado, sea paciente y respetuoso con los demás conductores y olvide el estrés: ¡está de vacaciones!
OJO AL SOL
En estas fechas, la mayor luminosidad en las horas centrales del día puede causar fatiga visual más rápidamente al conductor. Además, tenga especial precaución con los deslumbramientos durante el amanecer y al atardecer. Utilice unas gafas de sol como ‘barrera’ de protección, teniendo en cuenta su índice de absorción de rayos ultravioleta e infrarrojos y la protección contra los destellos por reflejos. Y recuerde que la vista también necesita descanso.
IMPREVISTOS: REACCIONE CON CALMA
A todos nos puede surgir un imprevisto durante la marcha que obligue a detener el vehículo. Si un niño pasajero está indispuesto, detecta un pinchazo (vibraciones en el volante o en la parte de atrás del vehículo) o cualquier avería, mantenga la calma e inmovilice el vehículo fuera de la vía siempre que sea posible (en autopistas y autovías es obligatorio abandonarlas). Si esto le resulta imposible, inmovilice entonces en el arcén derecho, evitando invadir la calzada.
Señalice su situación con las luces de emergencia y coloque los triángulos al menos a 50 metros del vehículo, para que los demás conductores puedan reaccionar adecuadamente. Y durante la detención, si debe esperar a una o cambiar una rueda in situ, no se exponga a riesgo de atropello y mantenga a los ocupantes fuera del vehículo, alejados de la calzada.
TESTIGO DE UN ACCIDENTE
Conduce tranquilamente y, de pronto, colisión entre dos vehículos delante de usted. ¿Qué hacer? Si presencia el accidente, continúe la marcha, detenga el vehículo en lugar seguro y llame al teléfono de emergencias 112.
Pero si se encuentra con un accidente sobre la vía y hay víctimas aún sin auxilio, detenga el vehículo donde no pueda suponer un riesgo, póngase el chaleco y aplique el protocolo PAS (Proteger, Avisar y Socorrer): proteja la zona señalizando con luces y triángulos; avise por teléfono a los servicios de emergencias; y preste los primeros auxilios a los heridos, siempre que sepa hacerlo. Recuerde que los conductores deben socorrer en un accidente sin provocar nuevos peligros.
NI COMILONAS NI ALCOHOL DURANTE EL VIAJE
Cuando conduzca este verano, tenga en cuenta estas recomendaciones:
COMER:
- Comience su viaje después de haber descansado bien y nunca con el estómago vacío.
- Conducir de forma prolongada es una actividad ligera que no necesita un aporte extra de energía.
- Una alimentación inadecuada favorece la somnolencia, produce fatiga y disminuye los reflejos.
- Coma variado, ligero y frecuentemente, varias veces a lo largo del día.
- Opte por alimentos con hidratos de carbono, proteínas y minerales.
- Evite alimentos muy salados, condimentados y ricos en grasas: pueden irritar el estómago y aumentan la acidez.
- Después de comer procure relajarse y pasear: durante la digestión disminuye la atención y el rendimiento al volante se reduce hasta un 10%.
BEBER:
- Estar siempre hidratado al conducir ayuda a mantener la atención y reaccionar con rapidez al volante. Por supuesto, evite el alcohol.
- El alcohol es el mayor enemigo de la conducción: aumenta la somnolencia y favorece la deshidratación entre otros perjuicios.
- No abuse del café ni de otras bebidas estimulantes. Y en ningún caso disminuyen los efectos del alcohol ni del cansancio.
- Beba con frecuencia en pequeñas cantidades: la deshidratación también produce fatiga muscular.
- El agua, los refrescos sin gas o los zumos de frutas y verduras frescas le ayudarán a hidratarse.
- Evite los líquidos muy calientes y las bebidas gaseosas.
CUIDADO CON LOS TRAYECTOS CORTOS
Sin duda alguna los trayectos cortos son igual de peligrosos o más que los largos, porque normalmente el conductor suele prestar menos atención, se suele preparar menos e incluso hay veces que uno no va con el calzado adecuado. En estos trayectos debemos prestar la misma atención o más que en cualquier viaje largo y cumplir con todas las normas de circulación.
8 CONSEJOS ÚTILES
- Lleve el coche al taller a revisar los elementos que afectan a la seguridad. Y también la moto.
- Infórmese sobre la mejor ruta e, incluso, posibles alternativas o rutas con más kilómetros de autovía.
- Siempre con cinturón en el automóvil. Abrócheselo correctamente y siempre antes de arrancar.
- Si va en moto, casco y ropa adecuada aunque haga calor. Olvide chanclas, pantalón corto…
- Lleve el móvil cargado por si lo necesita en una emergencia, pero nunca lo utilice mientras conduce.
- Los niños, con un Sistema de Retención adecuado a su talla y peso, al menos hasta 1,35 m. de altura, y los más pequeños, en sentido contrario.
- Si transporta mascotas, llévelas en un transportín. Si son grandes, además en el maletero, separadas por una rejilla.
- Pare y descanse durante el viaje cada dos horas o 200 kilómetros. Hidrátese, pero nunca beba alcohol si conduce.
Fuente: DGT